Publicamos una guía de buenas prácticas para pequeños proyectos agroecológicos

Desde IDEAS hemos publicado Guía para la implantación de los ODS y los criterios sociales del Comercio Justo en pequeñas producciones agroalimentarias con certificación ecológica de Andalucía. Este trabajo ha sido desarrollado gracias al apoyo del FAMSI -Fondo Andaluz de Municipios para la solidaridad internacional en el marco del proyecto “Acciones para el alcance de metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible desde la participación de los actores locales: Un enfoque territorial. ACCIONAD-ODS”

Este manual tiene como objetivo servir de herramienta de autoevaluación para los proyectos de pequeñas agrupaciones de producción agroalimentaria que ya posean el certificado ecológico o que busquen introducirse en prácticas agroecológicas. La guía, a través de un cuestionario y ejemplos de buenas prácticas, ayudará a conocer cómo afronta cada proyecto los criterios éticos, sociales y medioambientales, a ponderar su grado de cumplimiento, si ya los estaban poniendo en práctica, a dar visibilidad a sus buenas prácticas y a generar alianzas y redes entre productores y productoras de Andalucía que cumplen ciertos criterios comunes.

De esta forma, la guía tiene el propósito de analizar el impacto en entornos ambientales y sociales, invitar a la reflexión y también proponer la incorporación de criterios del Comercio Justo. Todo ello con el objeto de contribuir a la Agenda 2030, en diálogo con los criterios sociales y ambientales que se proponen desde la agroecología y desde la Economía Social y Solidaria.. Por tanto, esta guía se suma al trabajo que se viene realizando por grupos y redes de producción agroecológica en torno a criterios de sustentabilidad de sus proyectos.

El sector agroalimentario

La importancia del sector agroalimentario dentro de la economía mundial es innegable, puesto que cubre una necesidad que no podemos eludir, la alimentación. A pesar de su dimensión, el acceso a alimentos se ha convertido en uno de los grandes desafíos a los que nos enfrentamos como especie. Aumentar la producción a la par que se reduce el desperdicio para abastecer a toda la población, se convierte en un objetivo prioritario para acabar con la subalimentación del planeta. A esto se suma la necesidad de incluir criterios de sostenibilidad que frenen la destrucción de la biodiversidad y apuesten por el respeto y la protección del medioambiente y los derechos humanos.

En este sentido, los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) son una oportunidad ineludible para guiar la senda a una sostenibilidad con criterios medioambientales y de justicia social. En concreto, el ámbito de esta guía se centra en los ODS 12, Producción y Consumo Responsable, y 13, Acción por el Clima, que junto a los 10 criterios del Comercio Justo pueden tornar el futuro hacia una dirección más justa y sostenible.

Tenemos claro que el sistema agroalimentario industrializado no es sostenible. Este modelo no va a reducir las desigualdades ni a alimentar a todo el planeta si no se reconduce el modelo productivo hacia uno más responsable y sostenible (ODS 12). Un modelo que se responsabilice de los recursos, reduciendo las ingentes cantidades de agua que el modelo industrial requiere, que elimine los insumos químicos y la dependencia de energías fósiles, que no acapare la tierra desplazando a la población e incrementando las desigualdades socioeconómicas, que proteja los ecosistemas y que defienda un trabajo y pago digno.

Del mismo modo, los sistemas agrícolas intensivos contribuyen directamente al cambio climático, siendo productores masivos de gases de efecto invernadero. Las Acciones por el Clima (ODS 13) son indispensables para mitigar los efectos del cambio climático y asegurar nuestra supervivencia. Entre ellas, la apuesta por el modelo agroecológico.

Además, gracias a nuestra experiencia, desde IDEAS vemos la pertinencia de sumar los principios del Comercio Justo a los modelos de producción. Estos principios ponen la vida de las personas en el centro, para asegurar una vida digna a las personas productoras, sistemas justos que protejan los derechos humanos, con salarios dignos, condiciones laborales seguras, respetuosas y en igualdad.

La agroecología se erige como la alternativa más responsable y sostenible, basada en la interdependencia entre todos los seres vivos y la naturaleza. Un modelo en consonancia con las personas y los ecosistemas como hemos podido comprobar a través del trabajo que realizan los grupos productores presentes en la guía. Para ello hemos contado con la colaboración de Subbética Ecológica, Hermisenda Huerta Natural, Bioles, Setacor, Culturhaza, FACPE, Spiga Negra, La Bolina, Grupo Extiercol, Kikiricoop y Huerta la Alegría.

Esperamos que las prácticas visibilizadas en esta guía alienten a otros proyectos, clarifiquen cambios que se puedan introducir progresivamente y refuercen el trabajo que ya realizan. Asimismo, para contribuir a la generalización de estas prácticas se requieren compromisos concretos. Por parte de la ciudadanía, decantarse por un consumo responsable priorizando los productos de proyectos comprometidos con la alimentación sana y sostenible. Por otro lado, se requieren políticas públicas que favorezcan, faciliten y promuevan el trabajo de los pequeños grupos de productores y productoras agroecológicas. “Los asuntos del campo” nos competen a todas y requieren de la participación y el compromiso de la sociedad en su conjunto.

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