Seas bebedor de café o no, siempre hay motivos para amarlo. Como el segundo producto más comercializado del mundo, después del petróleo, el café se ha convertido en un producto al que le hemos encontrado más de un uso.

Si beber café no es lo tuyo seguramente podrás encontrarle otra función.

Composta

Si tienes un huerto en casa reserva los residuos de tu café molido y mézclalo con la tierra. Para algunas plantas el café resulta un alimento rico en fósforo, potasio, magnesio y cobre; además aumenta las poblaciones de bacterias amigables para el suelo.

Champú

En una olla con agua caliente agrega una cantidad moderada de café, déjalo enfriar y aplícalo en el cabello durante 20 minutos. La cafeína también se ofrece como un tratamiento para estimular el crecimiento del cabello.

De acuerdo con un estudio publicado por el International Journal of Dermatology, la presencia de cafeína en el cabello estimula los folículos pilosos y permite que los ejes del cabello crezcan.

Potenciador de sabores

El café es un excelente “ingrediente secreto”. Úsalo para marinar carnes, le aporta un sabor rico y leñoso. Mézclalo también con chiles, helados, pasteles, chocolates y quesos.

Reparador de muebles

Para esos pequeños rasguños que sufren los muebles de madera por razones desconocidas o que no recordamos, un poco de café diluido en una cantidad mínima de agua ayuda a disimular estos daños.

Repelente de insectos

Así es, los mosquitos y otros insectos odian el café, incluso animales como los gatos también lo detestan. Lo ideal es que en una terraza o jardín distribuyas una cantidad generosa de café para que en contacto con el aire forme una nube de protección en zonas donde quieras evitar estos molestos mosquitos. También puedes diluir un poco de café en agua y rociarlo donde gustes.