Aprovechando la semana en la que celebramos El Día Internacional de la Mujer, compartimos esta reflexión, hecha desde nuestra convicción durante más de 20 años, de estar desarrollando un trabajo transformador, junto con otros aliados de la Economía Solidaria, y reivindicando la lucha internacional de las mujeres. En particular hemos querido recoger algunas de las reflexiones de Yayo Herrero en la participación de los talleres realizados en la Semana de la Solidaridad organizada en Córdoba en Octubre de 2019.

Desde nuestra cooperativa promovemos una economía Ecofeminista. Somos conscientes por una parte de nuestra ecodependencia (depender de los recursos de la naturaleza y su capacidad regenerativa). Pero también, sabemos que somos seres humanos interdependientes (dependemos del cuidado de otras personas desde el momento en que nacemos).  Por todo ello pensar en la vida humana y la economía al margen de la naturaleza y los trabajos para el mantenimiento y cuidado de la vida es una “quimera”.

¿Por qué necesitamos un cambio de modelo económico?

“La desigualdad económica está fuera de control. Los 22 hombres más ricos del mundo poseen más riqueza que todas las mujeres de África. En 2019, los 2153 milmillonarios que hay en el mundo poseían más riqueza que 4600 millones de personas. Estos ejemplos de riqueza extrema conviven con un enorme nivel de pobreza que se ceba especialmente en las mujeres y niñas.”

“Esta gran brecha es consecuencia de un sistema económico fallido y sexista. Se trata de un modelo económico defectuoso que ha acumulado enormes cantidades de riqueza y poder en manos de una élite rica, cuyos beneficios se deben en parte a la explotación del trabajo de mujeres y niñas y a la vulneración sistemática de sus derechos.”

Trabajo no remunerado

El valor económico del trabajo de cuidados no remunerado que llevan a cabo en todo el mundo las mujeres de 15 o más años asciende al menos a 10,8 billones de dólares anuales, una cifra que triplica el tamaño de la industria mundial de la tecnología.

 

(Datos extraídos del informe “Tiempo para el cuidado. El trabajo de cuidados y la crisis global de desigualdad”. Publicado por Oxfam Internacional, en enero de 2020)

Además, este sistema económico fallido y sexista olvida que somos naturaleza y dependemos absolutamente de ella para vivir.

Coincidimos con Yayo Herreo en afirmar que “los procesos de colonización y sometimiento de otros pueblos, la disponibilidad de energía fósil barata o los adelantos tecnológicos que permitieron incrementar los flujos de energía y materiales en algunas zonas del planeta a costa del expolio y extracción en otras zonas fueron algunas de las palancas que permitieron superar los límites que imponía cada territorio. De este modo, algunas zonas, las denominadas desarrolladas, han podido superar su capacidad de carga y vivir por encima de lo que les posibilitan sus propios territorios, convirtiéndose en economías parasitarias que crecen devorando recursos y destruyendo ecosistemas lejanos.”

 Tomar conciencia de que la vida es posible gracias a los bienes y recursos que la naturaleza brinda, de la cual dependemos, es plantearnos que éstos no son ilimitados; es pensar cuáles son las huellas que deja nuestra sociedad en el territorio cercano y lejano; es analizar la relación entre la satisfacción de nuestras necesidades básicas individuales o colectivas (alimentarnos, vestirnos, habitar desplazarnos, relacionarnos, disfrutar del ocio…) y la disponibilidad de recursos materiales, energéticos o ecosistémicos. La ecodependencia nos invita a tener una relación sana, justa, equilibrada y sostenible con el medio.

Yayo Herrero

“La perspectiva ecofeminista proporciona claves, creemos, necesarias para repensar las contradicciones actuales, revertir los imaginarios dominantes y proponer nuevas formas de relación con la naturaleza y entre las personas que permitan caminar hacia una cultura de paz que pise ligeramente sobre la tierra.” Yayo Herreo

Economía social y solidaria como alternativa lógica

“Necesitamos explorar otras formas de organización social que sitúen una vida buena para todas las personas en el centro. La Economía Social y Solidaria puede aportar luz en esta línea. Un modelo económico y de empresa que se basa en la reciprocidad entre grupos y personas para satisfacer sus necesidades, definiendo, generando y administrando recursos para ello.”

Yayo Herreo

Antropóloga, ingeniera, profesora y activista ecofeminista

Mujeres, sostenibilidad y Comercio Justo

IDEAS entiende el Comercio Justo como un movimiento transformador, que cree necesario ponerse las lentes feministas para seguir creando alternativas que pongan en el centro a las personas, y especialmente, aquellas que han sido tradicionalmente excluidas.

El comercio justo es un sistema comercial solidario y alternativo al convencional que persigue el desarrollo de las personas y los pueblos y la lucha contra la pobreza.

Uno de los principios del Comercio Justo es promover la equidad de género y el empoderamiento de las mujeres. El Comercio Justo impulsa acciones para fortalecer el liderazgo y la autonomía de las mujeres en el ejercicio de sus derechos y responsabilidades dentro de las organizaciones productoras y de personas trabajadoras. Las organizaciones de Comercio Justo:

  • No pueden discriminar por razón de género o estado civil.
  • Garantizan la ausencia de violencia hacia las mujeres
  • Tienen que incorporar a mujeres y jóvenes en los procesos formación sobre negociación y estrategias de mercados.
  • Tienen que adoptar políticas de crédito adaptadas a las necesidades de las mujeres y jóvenes, como una acción positiva para potenciar su acceso a la producción.
  • Garantizan el acceso de las mujeres a bienes productivos como la tierra, asesoría técnica, gestión de financiamiento para la producción.
  • Facilitan la existencia de espacios de participación para las mujeres en las organizaciones y acceso a cargos de decisión.

Las mujeres sufren explotación, violencia y abusos tanto en el lugar de trabajo como fuera de él, trabajan muchas horas a cambio de una remuneración baja sin ser conscientes de sus derechos y siendo víctimas constantes de la discriminación y violencia. El Comercio Justo ha demostrado que es posible producir y consumir sin explotar los Derechos Humanos. Que las mujeres son la fuerza que mueve el mundo, que hay que visibilizar sus saberes y crear oportunidades para promover su liderazgo en las organizaciones y sus comunidades. 

Vivir y trabajar en un mundo sostenible. Ponencia de Yayo Herrero

En el marco de la Feria de la Solidaridad de Córdoba tuvimos la oportunidad de escuchar a la ecofeminista Yayo Herrero en una ponencia sobre ecofeminismo y buen vivir.

Nuestras mujeres productoras de Comercio Justo

Una de nuestras líneas estratégicas es la realización de proyectos de cooperación que tengan como protagonistas a mujeres productoras. Estos son algunos ejemplos del trabajo que hemos ido desarrolando en los últimos años: 

Mujeres que dan caña. Marisol y la agricultura familiar

Mujeres campesinas, formadas y orgullosas de liderar procesos productivos en sus comunidades son la única alternativa de futuro. Ellas serán las encargadas de asegurar nuestra alimentación y por eso nosotros debemos asegurarles unas condiciones de vida dignas a cambio.

Agropia, la historia de un sueño

El Comercio Justo...

IDEAS apoya a las mujeres palestinas

En 2018 hemos dado...

Mujeres que dan caña. Marisol y la agricultura familiar

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