El 15 de marzo se celebra anualmente el Día de los Derechos del Consumidor, efeméride que conmemora el discurso que pronunció John F. Kennedy, presidente de EE.UU. , un mismo día de 1963 ante el Congreso de su país en el que se refirió a los derechos de los consumidores.

Desde entonces “se ha consumido mucho” y nos hemos ido dotando de derechos que nos protegen frente a los abusos que pudieran cometerse por parte de fabricantes, distribuidores, prestadores de servicios, comercializadores o incluso entidades públicas. El consumo es un hábito cotidiano que, de una u otra forma, ejercemos decenas de veces al día y que en las sociedades de consumo es la clave para que el sistema funcione pero ¿realmente funciona?

El consumo mayoritario que se practica actualmente ha desligado la producción del consumo, los ha desconectado, deslocalizando a trabajadores, a productores y consumidores, aquí y allá, y ha permitido que se comentan abusos contra los derechos de unos y otros por la opacidad y falta de información de las grandes compañías transnacionales que copan gran parte de nuestro consumo diario con sus bienes y servicios. La explotación de trabajadores y/ productores, especialmente las mujeres, del medio ambiente o de la cultura se han convertido en uno de los principios que le permiten funcionar; la obsesión del sistema es conseguir el menor precio posible, a costa de lo qu sea, incluso vulnerando derechos y apostando por sistemas de producción insostenibles para el medio ambiente y las comunidades humanas.

Desde IDEAS en particular y desde el movimiento de Comercio Justo en general venimos luchando para generar mayor transparencia en las cadenas comerciales a nivel internacional y local para vincular más a productores, trabajadores y consumidores generando con el objetivo de genera mayor empatía y solidaridad entre ellos. Se trata de contribuir, entre todas y todos a un modelo de desarrollo inclusivo, equitativo y sostenible.

Es por ello que en un día como hoy queremos reivindicar el derecho a consumir conscientemente, con toda la información, sabiendo de dónde vienes los bienes o servicios que adquirimos, quiénes los han hecho y en qué condiciones. Afortunadamente los consumidores y consumidoras están presionando con su consumo para que las empresas sean cada vez más transparentes y responsables. Se trata de presionar para que ejerzan su responsabilidad social, con obligaciones tanto ante sus proveedores, trabajadores y clientes como con la sociedad en general.

Por todo ello queremos reivindicar ¡Derecho a consumir conscientemente! ¿te sumas?